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EL TRIUNFO DE LA DIVINA
MISERICORDIA

mercy

 

 

De una manera maravillosa se ha difundido en el mundo entero la devoción a la Divina Misericordia.

La Santa María Faustina Kowalska, religiosa Polaca, nos transmite el mensaje de la infinita Misericordia de Dios que con tanto ardor desea sanar nuestros corazones heridos por el pecado. Nos pide conversión y más que todo confianza en este Jesús misericordioso que se nos da y que sólo exige de nosotros que seamos misericordiosos con nuestro prójimo. Basta leer una o dos de sus promesas que nos hablan por sí solas:

" Yo soy el Amor y la Misericordia, quien se acerque a MÍ con confianza recibe mi gracia con tal sobreabundancia, que no la puede contener y la irradia hacia los otros" (Diario 273).

"Yo soy Santo y el menor pecado me horroriza, pero cuando los pecadores se arrepienten, mi Misericordia no tiene límite. Cuanto mayor es su pecado y pobreza, tanto mayor es su derecho a mi Misericordia"(Diario 273).

El Cardenal Karol Wojtyla pasaba horas rezando ante la tumba de la Santa María Faustina Kowalska y el 27-9-68, como promotor de la causa, firmó el decreto de clausura del proceso diocesano para su beatificación.

Su Santidad Juan Pablo II beatifica a la Santa María Faustina en la Plaza de San Pedro el domingo 18-04-93 con estas palabras:

Te saludo, Sor Faustina. A partir de hoy la Iglesia te llama Santa María Faustina Kowalska. ¡Oh Faustina, cuán extraordinaria fue tu vida! ¡Precisamente tú, pobre y sencilla hija de Masovia, del pueblo polaco, fuiste elegida por Cristo para recordar a los hombres el gran misterio de la Misericordia Divina!

Llevaste dentro de ti este misterio dejando este mundo después de una vida breve y llena de sufrimientos. Pero, al mismo tiempo, este misterio se convirtió realmente en un llamamiento profético para el mundo y para Europa.

"Siento claramente que mi misión no termina, sino que comienza con la muerte".. Escribió Sor Faustina en su diario.

Y verdaderamente así fue. Su misión continúa y está dando frutos sorprendentes. En verdad, es maravilloso el modo como su devoción a Jesús misericordioso progresa en el mundo contemporáneo y conquista tantos corazones humanos. Sin duda alguna, se trata de un signo de los tiempos, un signo de nuestro siglo XX...

Por tanto, ¿dónde puede encontrar el mundo la salvación y la luz de la esperanza, sino en la Misericordia Divina? ¡Los creyentes lo intuyen perfectamente!

Y tu mensaje de Misericordia Divina nació casi en víspera de la Segunda Guerra Mundial.

Seguramente no te sorprenderías si pudieras comprobar en esta tierra en qué se ha convertido este mensaje para los hombres martirizados de aquel tiempo de oprobio, y cuánto se ha difundido en el mundo.

Hoy lo creemos de verdad contemplas en Dios los frutos de tu misión en la tierra. Hoy lo experimentas en la fuente misma que es Cristo "Dives in misericordia".

"¡Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia!"

Hoy, en el día de la beatificación de Sor Faustina, alabamos al Señor por las maravillas que hizo en su alma.

Lo glorificamos y le damos gracias por las maravillas que ha realizado y sigue realizando en las almas, que gracias al testimonio y a mensaje de Sor Faustina descubren la profundidad infinita de la Misericordia Divina.

El 30-9-80, ya como Su Santidad Juan Pablo II, nos da su carta encíclica "Dives in misericordia" sobre la Misericordia Divina, indicando que es función principal de la Iglesia proclamarla, practicarla y pedirla. El 22-11-1981 dijo en el Santuario del Amor Misericordioso en Italia: "Desde el principio de mi pontificado he considerado este mensaje como mi cometido especial. La Providencia me lo ha asignado".

El Sumo Pontífice demostró así la gran estima y predilección que tiene por la difusión de esta devoción, lo que nos anima aún más a seguir propagándola.

COMO NACIÓ ESTA DEVOCIÓN

La devoción de la Divina Misericordia empezó algunos años antes de la Segunda Guerra Mundial en pequeños círculos particulares. Se hizo pública por primera vez, cuando en 1934 la nueva imagen de Jesús Misericordioso se expuso en Vilna -Ostra Brama- Polonia. Fue durante la conclusión del 19° jubileo de nuestra Redención. El confesor de la Santa María Faustina en aquel año predicó durante las fiestas jubilares tomando como tema "La Grandeza de la Divina Misericordia" y exhortó a que los hombre se dirijan con toda confianza a la Divina Misericordia. Pero en lo sucesivo, todo quedó olvidado por algún Tiempo.

La devoción a la Divina Misericordia cobró nuevo impulso en 1937, con la publicación de un librito que se editó con permiso episcopal conteniendo la imagen del Misericordioso Jesús, la Novena, la Coronilla y las Letanías a la Divina Misericordia. Dicho librito tuvo mucho éxito y la devoción se iba propagando.

En ese tiempo vivía la hoy Santa María Faustina, quien se sentía muy feliz al ver que la devoción a la Divina Misericordia se propagaba y conmovía visiblemente los corazones humanos. Pero sólo después de su muerte, acaecida en el año de 1938, y aún más, cuando en 1939 empezó la Segunda Guerra Mundial, que la religiosa había profetizado exactamente, fue cuando la devoción se extendió con rapidez.

En esta guerra horrible, que con crueldad diabólica envolvió a muchas naciones, miles de personas buscaron refugio en la Divina Misericordia y hallaron la protección que pedían.

Después de la guerra, la devoción a la Divina Misericordia se fue propagando más y más, pues la vida después de la guerra convencía cada día más a los hombres de cuán verdaderas eran las palabras que Nuestro Señor dijo a la Santa María Faustina:

"La humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a MI DIVINA MISERICORDIA" (D.300).

DEVOCIÓN Y CULTO A LA DIVINA MISERICORDIA

"Di a la humanidad que sufre, que se acerque a mi Corazón misericordioso y yo la colmaré de paz" (D, 1074).

"La humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Divina Misericordia" (D. 300)

Estas palabras que manifiestan el ansia radical de todos nosotros y nuestra profunda inquietud interior, fueron pronunciadas por Nuestro Señor Jesucristo durante una visión tenida por la religiosa polaca Santa María Faustina Kowalska en los años treinta de nuestro siglo. Hoy, después de las investigaciones de los teólogos luego de haberse concluido los procesos canónicos, tenemos motivos para creer en la veracidad del relato que de esta visión nos dio la religiosa. La joven religiosa, poco conocida en su vida, incluso en el circulo de su propia comunidad, pero cuyo nombre e imagen veinte años después de su muerte ya habían recorrido el mundo, dejó escrito:

"Siento claramente que mí misión no terminará con mi muerte, sino que entonces comenzará propiamente. ¡Oh, almas dudosas! Para ustedes levantaré el velo del Cielo para que se convenzan de la bondad de Dios y para que no sigan hiriendo con su incredulidad el dulcísimo Corazón de Jesús. Dios es Amor y Misericordia(D.281).

Tuvo a bien el Señor revelar al mundo, a través de esta religiosa valiente y a menudo heroica, nuevas formas del culto a Dios en su misericordia. Este culto que está implícito en toda la doctrina cristiana, en la moral y en la liturgia de la Iglesia, no había encontrado todavía una celebración explícita que invitara a los fieles al conocimiento, a la devoción y a la imitación de aquélla que los padres y doctores de la Iglesia proclaman como la más grande de las virtudes divinas (Suma T. 2-2 q 30, a 4: "Máxima in Deo virtus").

En realidad, se trata de reconocer aquí el atributo de Dios, al cual debemos principalmente nuestra Redención y que es, por esto, la síntesis de todo el cristianismo (1ra. Epístola de Juan 4, 8-9; 4, 16) QUIEN NO AMA, MO HA CONOCIDO A DIOS, "PORQUE DIOS ES AMOR".

EN ESTO SE MANIFESTÓ EL AMOR OUE DIOS NOS TIENE, EN QUE DIOS ENVIÓ AL MUNDO A SU HIJO ÚNÍCO, PARA QUE VIVAMOS POR MEDIO DE EL.

Y NOSOTROS HEMOS CONOCIDO EL AMOR QUE DIOS NOS TIENE Y HEMOS CREIDO EN EL. DIOS ES AMOR Y QUIEN PERMANECE EN EL AMOR PERMANECE EN DIOS Y DIOS EN EL (BIBLIA-JERUSALÉN).

 

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